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Mercedario de Palencia, aunque de familia de Valladolid, se formó en Salamanca y luego catedrático en la Universidad de Alcalá. Disputó con Fray Luis de León la cátedra de Salamanca, que estuvo a punto de ganar a pesar del prestigio del gran literato.
Con todo desde 1580 fue catedrático de Filosofía moral en Salamanca, en donde participó en las disputas entre molinistas y bañecianos en las cuestiones celebres llamada "De auxiliis" sobre la teología del mérito, de la predestinación y de la gracia divina, tomando él una postura intermedia y siendo objeto de respeto por parte de todos y de consulta por las diversas escuelas.
Fue Rector del Colegio de la Vera Cruz su Orden en Salamanca, luego Provincial de Castilla y luego General de la Orden a propuesta de Felipe II.
Sus obras escritas fueron muy apreciadas y numerosas, pudiendo citarse como representativas "Sobre Dios y sus obras", "Comentario a Santo Tomás de Aquino" y "Tratado sobre el alma." Fueron obras que merecieron un Breve pontificio de alabanza a su equilibrio doctrinal, en días en que las polémicas exacerbaban los ánimos y acrecentaban los procesos de la Inquisición en España.
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